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Discos flexibles

Los discos flexibles -o discos floppy como se les llama normalmente- son unos discos fabricados de un material plástico de alta resistencia denominado mylar que están recubiertos de un material ferromagnético al que se le puede modificar la magnetización mediante una cabeza de lectura/escritura, de forma que sirven para el almacenamiento de la información. Estos discos están protegidos mediante una funda de plástico PVC que los protege.




Para poder utilizar un disco de este tipo, es necesario disponer de una unidad de disco adecuada en el ordenador, pero esto no supone ningún problema, pues, como veremos más adelante, las unidades de disco de uno u otro tipo pertenecen al equipamiento estándar de la mayoría de los ordenadores personales compatibles.
Como se ha apuntado en el párrafo anterior, hay diversos tipos de unidades de disco (también llamadas drivers) y varios tipos de discos. Esto es importante ya que existe una serie de incompatibilidades entre los distintos tipos. Sin entrar en la historia de la evolución de los formatos de las unidades de discos de los ordenadores compatibles, se puede decir que en la actualidad hay cuatro tipos básicos de unidades de disco: los de 5 1/4 pulgadas, los de 31/2 y a su vez, dentro de cada uno de estos dos tipos, se encuentran los de alta densidad y de baja densidad. Como es lógico, cada una de estas unidades utilizará un tipo de disco específico aunque, como veremos, se mantienen ciertas compatibilidades.
Hablaremos primero de los soportes y luego de las compatibilidades entre las unidades de disco de distinto tipo.

DISCOS DE 5 1/4 PULGADAS DE BAJA DENSIDAD.

Los discos de 5 1/4 pulgadas de baja densidad (también denominados de doble cara/doble densidad -Double Sided Double Density DSDD-) tienen una capacidad máxima de 360 K de información. Las unidades de disco de los ordenadores compatibles realizan la división del disco en sectores durante el proceso de formateado del disco por lo que los discos deberán ser del tipo sectorizado por software. Este es el formato estándar más extendido dentro del mundo de los compatibles. De hecho, la mayoría de los fabricantes ofrecen sus productos inicialmente en este formato. Aunque como opción secundaria existen otros tipos distintos, se puede decir que éste es el más compatible.

DISCOS DE 5 1/4 PULGADAS DE ALTA DENSIDAD

Estos discos tienen una apariencia externa similar a los anteriores, diferenciándose de éstos en el material magnético utilizado para su recubrimiento. Este material permite una mayor densidad de información. Se denominan por las siglas DSHD (Double Sided High Density) lo que traducido quiere decir doble cara alta densidad. La capacidad máxima de estos discos es de 1,2 Mb. Aparecieron acompañando a los primeros ordenadores AT y compatibles.
Hay que señalar que estos discos solamente se pueden utilizar con unidades de disco de alta densidad.

DISCOS DE 3 1/2 PULGADAS DE BAJA DENSIDAD

Estos discos son más pequeños que los anteriores pero curiosamente tienen mayor capacidad. La carcasa de los discos de 3 1/2 pulgadas es rígida y en lugar de tener una muesca de protección contra la escritura dispone de una pestaña de plástico que se puede desplazar y que funciona al contrario que en los discos de 5 1/4 pulgadas, ya que cuando está cerrado el orificio significa que se puede escribir y cuando está abierto no se puede realizar dicha operación.
Como es lógico pensar, estos discos pertenecen a una evolución posterior de las unidades de disco y, aunque se conocían anteriormente y algunos ordenadores compatibles y no compatibles los utilizaban, su uso se generalizó cuando fueron incorporados en los IBM PS/2. Aunque puede considerarse como el nuevo estándar en el formato de los discos flexibles y muchos ordenadores los utilizan en la actualidad, lo cierto es que todavía queda un poco relegado respecto del formato de 51/4 pulgadas de baja densidad.
La principal ventaja de estos discos, también denominados Micro Floppy Disk, es su mayor capacidad (720 K) frente a su menor tamaño y así mismo el mayor grado de protección que les proporciona la carcasa de plástico rígida con las ventanas de lectura escritura cubiertas con una chapa metálica y con el sistema de arrastre para el giro reforzado con una placa metálica. La denominación de siglas es la misma que en los discos de 5 1/4 DSDD.

DISCOS DE 3 1/2 PULGADAS DE ALTA DENSIDAD

Como ocurre con los discos de 5 1/4 pulgadas, estos discos tienen una apariencia externa similar a los de baja densidad con el mismo formato pero el recubrimiento magnético es diferente, para que pueda aceptar la mayor densidad de información. La denominación en siglas de estos discos es idéntica a la de los discos flexibles de alta densidad de 5 1/ 4 pulgadas DSHD.
Como ocurre de con los discos de 5 1/4 pulgadas de alta densidad, estos discos solamente se pueden utilizar con unidades de disco de alta densidad.
Las unidades de disco se diferencian como es lógico por el tamaño de disco que pueden utilizar (5 1/4 o 31/2 pulgadas) y por la densidad con la que pueden trabajar. Las unidades de disco de alta densidad pueden utilizar discos de alta o de baja densidad de forma indistinta e incluso pueden formatear los discos de alta densidad como si fueran de baja densidad pero si se hace esto, como el material de recubrimiento es distinto, solamente se seguirán pudiendo utilizar con las unidades de alta densidad. De todas formas, se puede ver que las unidades de alta densidad son mas versátiles que las unidades de baja densidad. Esto se paga con un mayor tiempo de acceso a la información cuando se utilizan discos de alta densidad con unidades de alta densidad.
Las unidades de disco de baja densidad solamente pueden utilizar discos de baja densidad ya que el material de recubrimiento de los discos de alta densidad no es compatible con los parámetros de las señales de grabación /lectura de estas unidades de disco.
Hay que destacar que, en ocasiones, los discos grabados y formateados con una unidad de disco determinada es posible que no se puedan leer con otra. Este inconveniente se da más frecuentemente en unidades de disco de alta densidad y es debido a problemas de alineación de las cabezas entre las dos unidades de disco por los desplazamientos del motor paso a paso y que es mucho más crítico en las unidades citadas.

CUIDADOS DE LOS DISCOS FLEXIBLES

Aunque los discos flexibles son unos dispositivos de almacenamiento masivo con una gran fiabilidad, hay que seguir una serie de normas bastante rígidas para evitar que la información contenida en los mismos se pierda.
En primer lugar hay que procurar no tocar con los dedos la ventana de lectura/escritura, ya que la grasa o el sudor puede contaminar la superficie del disco. En este sentido también hay que procurar guardar los discos en su caja y en sus fundas para evitar que el polvo acumulado realice una acción abrasiva en conjunción con el cabezal.
También hay que procurar no doblar los discos ni someterlos a presiones excesivas, como puede ser introducirlos entre las páginas de un libro o similar. Una forma muy frecuente de deterioro de los discos flexibles de 5 pulgadas 1/4 es introducirlos sin cuidado tanto en las unidades como en sus cajas, con los que el disco tropieza en las guías y se dobla.
El calor excesivo es fuente de deformaciones mecánicas del disco que pueden dificultar o impedir su correcta lectura o escritura. También hay que señalar que las temperaturas muy bajas, aunque no afectan físicamente al disco, pueden impedir su lectura o escritura por la variación de las propiedades ferromagnéticas en función de la temperatura. En este caso basta con calentar el disco hasta una temperatura de 15°C a 20°C para que funcione de forma correcta.
Los campos magnéticos o eléctricos de elevada intensidad pueden hacer que varíe la magnetización del soporte, con lo que se perderá la información contenida en el disco. Hay que evitar por tanto colocar los discos sobre el monitor o sobre transformadores de corriente alterna, imanes, electroimanes o sobre dispositivos que los contengan .
También se pueden deteriorar los discos si se mantienen en el interior de las unidades de disco del ordenador durante el transporte. Esto ocurre con frecuencia con los ordenadores portátiles en los que es frecuente el olvido de los mismos en el interior. En este caso, las vibraciones incontroladas de la cabeza pueden provocar el deterioro del disco e incluso de la unidad al no ir la cabeza anclada de forma conveniente.
Hay que tener cuidado con los dispositivos de detección de metales y antirrobo de organismos oficiales, aeropuertos y comercios ya que los campos magnéticos generados pueden deteriorar la información contenida en el disco. Por otro lado, hay personas que piensan que los rayos X pueden borrar la información de los discos; esto no es cierto, pero sí lo es que algunos aparatos de rayos X generan campos magnéticos en su funcionamiento que pueden provocar cambios en la magnetización de los discos.
También hay que tener en cuenta que durante el proceso de encendido o apagado del ordenador puede aparecer un pico de tensión en la bobina del cabezal de lectura/escritura que puede deteriorar la información del disco. Aunque se tomen muchas precauciones lo mejor es evitar los riesgos realizando copias de seguridad de los datos y los programas.






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