AUMENTAR LA VELOCIDAD DE LA MEMORIA

La velocidad se ha aumentado gracias a la utilización de aislantes de mayor calidad que impiden la formación de capacidades parásitas que actúan como filtros de alta frecuencia, limitando la máxima velocidad de funcionamiento de los circuitos.

El principal problema derivado del aumento de velocidad se produce por una necesidad de sincronización más precisa, dificultada por la presencia de altas frecuencias en la placa y por una mayor sensibilidad a interferencias externas, como pueden ser las que producen las escobillas de los motores eléctricos, las que se producen al encender o apagar un interruptor, etc.
Al mismo tiempo, todos los sistemas que trabajan con una velocidad de reloj muy elevada son propensos a radiar una gran cantidad de energía en forma de radiación electromagnética. Esto implica que se necesiten mejores blindajes si se desea poder escuchar la radio o ver la televisión en el mismo sitio donde hay un ordenador funcionando.
Parece ser pues, por los acontecimientos que están ocurriendo, que se está llegando a los límites de esta tecnología, ya que de nada sirve reducir el tamaño de los componentes si luego se necesita un voluminoso tanque de nitrógeno líquido para poder refrigerarlo y un blindaje de cobre de 2 milímetros para evitar las interferencias.
Es bastante improbable que el factor de integración se vuelva a multiplicar por 100 con la tecnología actual.
Sin embargo, lo que sí es muy probable es que las esperanzas se pongan en los circuitos fabricados con superconductores y en la posible tecnología derivada de la utilización de elementos ópticos en lugar de electrónicos, ya que la radiación luminosa permite una mayor frecuencia sin los problemas derivados de las interferencias.