AMPLIANDO LA MEMORIA

A la hora de cambiar o ampliar la memoria de un ordenador, hay que estar seguros de tres cosas: lo primero es que los circuitos que se van a emplear tengan una velocidad de acceso adecuada para que se puedan sincronizar todas las operaciones con el resto de los elementos que constituyen nuestro ordenador.

Para ello es importante conocer la frecuencia de reloj de nuestro ordenador, dato que es proporcionado por el fabricante del mismo. Normalmente, un ordenador con una velocidad de reloj de 10 millones de ciclos por segundo, no utiliza las mismas memorias que uno que tenga una frecuencia de 20 millones de ciclos por segundo. Otro aspecto a tener en cuenta es el tamaño y la constitución de la memoria que contiene el circuito. Por último, hay que considerar que el patillaje es el que corresponde al circuito de nuestro ordenador. El término patillaje hace alusión a la misión específica de cada una de las patillas de un circuito integrado, ya que aunque hay circuitos con el mismo número de patillas, no todos los circuitos tienen las conexiones internas realizadas de la misma manera. Así, por ejemplo, la patilla de alimentación en algunos circuitos puede ser la patilla número l, y en otros puede ser la patilla número 16.
Como es lógico el número de patillas del circuito tiene que coincidir con el número de patillas que tiene su zócalo correspondiente. Aunque lo anterior pueda parecer complejo, en realidad todo se reduce a una información denominada número de identificación. Cada circuito de memoria dispone de este número de identificación propio que es como si dijéramos su documento de identidad. Así, cuando se quiera realizar la ampliación de memoria en el ordenador, habrá que hacerla con los circuitos de memoria que cumplan las especificaciones del fabricante y que se suelen referenciar como el número de identificación de los mismos. Por ejemplo, la denominación 8102A-4 corresponde a una memoria RAM de 32 filas y 32 columnas que proporciona una matriz de 1024 bits.