LAS INTERRUPCIONES

Si estamos esperando a una información que nos trae el cartero, por ejemplo, podemos escoger dos vías de espera. Una consiste en sentarnos a la puerta de casa hasta que llegue, pero esto nos impediría realizar ninguna otra tarea.

Otra solución más ventajosa sería la de ir realizando nuestro trabajo habitual y esperar a que el cartero toque el timbre cuando llegue a la puerta. En este momento detendríamos la tarea acudiendo a la puerta y recogeríamos la información, tras lo cual podríamos continuar el trabajo interrumpido. Este es el modo en que operan las interrupciones sobre el procesador.
Las rutinas de gestión de las interrupciones son altamente delicadas, ya que deben evitar en lo posible alterar cualquier periférico o dato que pueda ser empleado por otro programa.
Dado que ningún programa normal está pensado para que sus datos sean alterados de forma externa, modificar un valor empleado por éste puede dar lugar a que el programa pierda control o genere resultados incoherentes. Piense en un programa de almacén donde se recoge el valor de existencias de un producto; una vez consultado para aceptar el pedido de un cliente, y asegurarle que se dispone de la cantidad requerida, cuando va a realizar el albarán de entrega descubre que "alguien" ha tomado las piezas que necesita para hacer la entrega. Es decir un horror de su reputación ante el cliente. Y si está leyendo, y aplicando, los conocimientos adquiridos en esta obra ni se le ocurra echarle la culpa a la informática.
Las interrupciones aportan soluciones, pero también pueden dar lugar a problemas. Para evitar que dos interrupciones que se producen al tiempo puedan dar una situación de indecisión sobre cuál atender primero, y paralicen por completo al procesador, las líneas de interrupción son recogidas por un integrado que se encarga de dar prioridad a unas sobre otras. Este integrado se encarga de indicar al microprocesador la llegada de una interrupción, y si se dan dos al tiempo, de indicar al micro aquella que tenga una mayor prioridad, no presentándole la existencia de la otra hasta que no haya terminado el proceso de la primera.
Las interrupciones proporcionan un medio rápido de atender realmente al dispositivo que lo solicita, en lugar de gastar el tiempo sólo en él, sin poder efectuar otro proceso mientras tanto.
También permiten una especie de proceso en paralelo, aunque no sea realmente una gestión multitarea, al poder ocuparse de diversos elementos según lo van necesitando.