MEJORAR EL MICROPROCESADOR

Desde un vista elemental, cada operación de una instrucción del juego de instrucciones del microprocesador se encuentra formada por varias subdivisiones; para lograr un funcionamiento más rápido y eficaz de estas partes, los microprocesadores de la familia Intel empleados en los PC a partir del 286, utilizado en el AT, emplean una técnica de diseño interno denominada; "pipelining", o proceso en tubería.
En los sistemas dotados de capacidad de proceso en tubería, los microprocesadores 80286 y posteriores, el proceso básico ejecutado por varias de estas secciones se efectúa al tiempo. Al realizar casi simultáneamente el cálculo de la dirección real, la decodificación de la instrucción y las operaciones de la ALU, se gana un significativo tiempo de proceso. Una serie de técnicas hardware y software permiten acelerar el funcionamiento de las aplicaciones. Para lograr la máxima eficacia, hay que aprovechar al máximo los recursos del sistema. El procesador puede trabajar a gran velocidad una vez que las instrucciones y datos están en su interior, pero consume precisamente gran cantidad de tiempo en traer y llevar estos datos. Las mejoras en el rendimiento están relacionadas precisamente con sistemas que ayudan a reducir el tiempo consumido en este constante tráfico de datos.
Para lograr un rápido acceso a los datos de la memoria principal, sin emplear un elevado (y costoso) número de RAM de alta velocidad, se puede incorporar una pequeña cantidad de memoria muy rápida (entre 15 y 35 ns) colocada entre el microprocesador y la memoria de masa (80 a 15 ns); esta técnica se denomina memoria caché. Manejada por un controlador, en la memoria rápida se va almacenando bloques que son copiados de la RAM "lenta", de forma que el procesador pueda realizar un acceso más veloz a sus datos.