Lenguajes de programación

Si es un recién iniciado en esto de la informática probablemente haya llegado a la conclusión -lógica, por otro lado- de que escribir una aplicación debe ser una tarea complicadísima y que requiere una ingente cantidad de tiempo.

Podría pensarse lo siguiente: si el ordenador utiliza un lenguaje basado únicamente en números y además exige que se le den instrucciones con todo detalle, escribir un simple programa que cuente hasta diez debe convertirse en un calvario. ¡Y no digamos de una aplicación! En efecto, los programadores sufrirían estos problemas si no contaran con sofisticadas herramientas que aceptan instrucciones en un lenguaje más parecido al común (o natural). y que posteriormente convierten estas instrucciones en órdenes simples para la máquina: los lenguajes de programación.
Existe, como no, una enorme lista de lenguajes, cada uno con sus peculiaridades, "manías" y prestaciones. que los hacen útiles para las más diversas tareas. Algunos se defienden mejor con el manejo de datos, conteniendo órdenes específicas para su tratamiento; otros están específicamente diseñados para ejecutar con gran velocidad y precisión cálculos matemáticos, y algunos, llamados de propósito general, permiten su utilización en los más diversos trabajos, aunque carecen de herramientas concretas para el tratamiento de casos especiales.
Pero la forma más adecuada de clasificar los lenguajes de programación es atendiendo a su semejanza con el que utiliza el propio ordenador (lenguaje o código máquina). Cuanto más se acercan los lenguajes de programación a este complicado conjunto de instrucciones se dice de ellos que son de más bajo nivel. Esto implicará que la velocidad de ejecución será mas similar a la que se obtendría programando directamente en código máquina.
Pero al mismo tiempo esto será penalizado por una mayor complicación a la hora de diseñar un programa, debido precisamente a la similitud entre los dos códigos.
Por otra parte, los lenguajes de alto nivel tienen poco o ningún parecido con el modo en que trabaja internamente el ordenador. Cuentan con instrucciones muy elaboradas, y el aspecto externo de un programa es más similar a una conversación que a una detallada lista de acciones.